Candela tiene edad de imaginar, de probar, de jugar, estudiar, llorar, reír, pero sobre todo de soñar. Soñar es mirar las estrellas e imaginarte siendo una actriz de cine, un astronauta, un cocinero famoso o una cantante de pop.
Este es el espíritu que queríamos que tuviesen los recordatorios de comunión de Candela.
Realizamos un dibujo de la niña de espaldas, vestida de comunión mirando a las estrellas. Nos pareció una idea bonita que ella fuese la protagonista de sus recordatorios. El texto en una tipografía manuscrita infantil que enfatizase la inocencia de la niñez.
Nos gustaba la idea de hacer unos recordatorios que sirviesen como señalador de libros para los invitados. Apostamos por el papel kraft como tono base y trabajamos sólo con un tinta sepia que sería la destinada al color oscuro de la noche. El resultado, un bonito recuerdo de un día tan especial para Candela y, un bonito mensaje: «nunca dejes de soñar».