Cada proyecto que realizamos tiene una historia detrás totalmente distinta y eso es lo que más nos gusta cada vez que vemos a unos novios entrar por la puerta del estudio. Los protagonistas de esta historia son Laura y Ángel.
Lo que ellos buscaban era una invitación diferente, que el formato se saliera de lo común, juvenil y sobre todo divertida. Querían que se respirase ese ambiente de fiesta en el que tanto habían pensado para su boda.
Pensamos en tipografías desenfadadas de palo, manuscritas. Nos encantaba la idea de ordenar la información de forma diferente, combinando varias tipografías, crear juegos con algunas letras e introducir líneas o subrayados para recalcar los datos más importantes. El tono de los textos también queríamos que fuese más cercano.
Apostamos por los tonos pasteles, colores que expresasen una explosión de felicidad, papeles desenfadados y sobre todo un formato que no fuese común dentro del mundo de las invitaciones de boda.